Custodia Compartida desde la Izquierda

El Congreso Aprueba por unanimidad el Decreto que urge a desarrollar el Pacto de Estado contra la Violencia Género.

Todos los grupos políticos han dado ayer su apoyo a la convalidación del real decreto ley del Gobierno para el impulso de algunas medidas que consideran urgentes del Pacto de Estado contra la Violencia de Género.

Entre estas medidas se encuentran:

- Agilizar los trámites para la acreditación de las víctimas sin necesidad de sentencia judicial para que éstas reciban ayudas económicas.

- La acreditación de víctima de violencia machista habilitando a agentes externos a la justicia para dicha certificación, tales como los servicios sociales de los ayuntamientos u otros sin definir.

- Atentando contra la patria potestad del padre permitiendo entre otras medidas, que los menores sean sometidos a tratamiento psicológico con el permiso de la madre que ha sido declarada victima sin el consentimiento del padre.

El decreto que aprobó el Gobierno en agosto, será tramitado en las Cortes como proyecto de ley.

Si esto sale definitivamente adelante en la tramitación parlamentaria, no es difícil atisbar el escenario que se presenta para los padres divorciados o en proceso de separación y sus hijos que luchen contra una petición de Custodia Materna. 

Numerosas voces autorizadas del ámbito de la justicia y los movimientos sociales ya han alertado enérgicamente sobre la vulneración flagrante de los derechos de niños y padres que estas medidas suponen, así como sobre la inconstitucionalidad del decreto.

Un tratamiento psicológico de parte constituye legalizar la prescripción de la alienación parental sin que el padre pueda intervenir para evitarlo. 

Esta aberración no debe llegar a aprobarse. Señorias, abandonen su cobardía políticamente correcta y aborden los problemas con profesionalidad y ética y no atendiendo a las corrientes manifiestamente sectarias de los grupos interesadamente feministas, que han hecho del sufrimiento de los padres e hijos un negocio pornográficamente lucrativo, mientras las verdaderas víctimas de violencia en el ámbito familiar siguen muriendo impunemente.