lunes, 26 de marzo de 2018


La cruzada de ser padre


Nestor Fernandez - Custodia Compartida Segovia


Durante casi un año, de las 720 horas que tiene un mes, he compartido 76 horas con mis hijas, frente a las 644 que han permanecido junto a su madre, lo que equivale a apenas un 10% de su tiempo. Me costaba entenderlo, no conseguía comprender que una decisión judicial determinara mi futuro, mi propia relación con ella y la vida de mis pequeñas. 

Esta realidad no es única, es una realidad a la que diariamente se enfrentan padres de todo el país y que, en algunas provincias, como Segovia es realmente alarmante. 

El porqué, una decisión judicial basada en la concesión automática de la custodia a las madres, sin tener en cuenta la necesidad que un hijo tiene de compartir tiempo con su padre, de las carencias que conlleva privar de ello a los menores.


La justicia no es justa. Soy consciente de que no es una afirmación políticamente correcta pero, cuando eres hombre, eres padre y estás separado, o en proceso de separación, te das cuenta de que es una realidad. Sólo 17 de cada 100 custodias que se otorgan en Segovia, son compartidas, dotando de los mismos derechos a un padre que a una madre. Quizás,hace años, o décadas tuviera algún sentido. Entonces, las mujeres no estaban inmersas en el mercado laboral pero ahora, en una sociedad avanzada, en la que todos demandamos igualdad de derechos entre mujeres y hombres, resulta sorprendente, paradójico e incluso insultante que se produzca un desequilibrio tan manifiesto y tan alarmante, por las consecuencias que en el desarrollo del menor tiene. 

No puedo entender que se hable de igualdad cuando no se permite que un padre dedique tiempo a la crianza de sus propios hijos, cuando la decisión no es tuya, cuando te imponen tu forma de vida, la manera de relacionarte con lo más importante que tienes: tus hijos. 

Segovia carece de un juzgado de familia y, por el volumen de separaciones actuales (uno de cada dos matrimonios acaba en divorcio, según el INE), y las situaciones que esta realidad genera, sería necesario la existencia de un juzgado especializado. En este sentido, es completamente imprescindible que se produzca una uniformidad en los criterios para otorgar las custodias, que deben estar basados en la objetividad y en el bienestar de los menores, evitando así juicios con sentencias muy dispares en función del juzgado civil donde desemboque tu caso.

La sociedad avanza, pero no así la justicia en este campo. La custodia compartida debería ser una premisa, debería ser 'por ley', debería ser la primera decisión judicial, salvo que se demostrara la incapacidad de cualquiera de los cónyuges para hacerse cargo de la correcta educación. 

En pleno siglo XXI los hombres tenemos que demostrar que somos buenos padres, en procesos que se dilatan en el tiempo durante años; unos años fundamentales para el crecimiento y el desarrollo de nuestros hijos. Unos años, que entiéndanme, nadie nos devolverá.

La igualdad está más cerca, pero sólo será una realidad cuando hombres y mujeres vayamos de la mano, también en esto.

La custodia compartida es de justicia.



No hay comentarios:

Publicar un comentario