jueves, 29 de junio de 2017

Lichis, el incomodo ejemplo que denuncia en público lo que muchos otros tan solo se atreven a murmurar en privado. Valiente, integro y ejemplar, de nuevo contra corriente denuncia la situación desde el punto de vista mas humano, esta vez desde Valladolid donde toca esta noche. Si os gusta el R&R, la buena música en directo sin trampa ni cartón y podéis ir, no debéis perderos este concierto donde presenta su último trabajo. Los que lo hemos visto ya sobre el escenario hablamos con conocimiento de causa, es un lujo. 



A continuación os dejamos la entrevista de La entrevista de R. Terne en el Norte de Castilla:

Valladolid

«La custodia compartida se ha olvidado del lado humano para convertirse en tema político»


Siempre reivindicativo, Lichis abre en Valladolid una nueva edición de las Noches en San Benito con un concierto en el que ofrece su segundo disco en solitario

Si su debut como solista con ‘Modo avión’ supuso un giro artístico de 180 grados, ahora con ‘Mariposas’, Lichis saca brillo a su nueva piel. Más rock ‘songwriter’ de herencia tanto americana como británica, guitarras de doce cuerdas, pianos Rhodes, guiños argentinos y rock desbocado conforman doce canciones de eclécticas temáticas. Temas como ‘Bicha’ o ‘No soy un extraño’ resucitan aquella mala leche que Lichis solía gastar en aquellos años 90 cuando lideraba La Cabra Mecánica, formación que insiste en superar pese a que todavía haya despistados que se aferran a aquel pasado. Lichis es un nuevo ejemplo de evolución en una escena musical desgastada de giras de aniversario y festivales tributo. Mañana será el encargado de abrir la programación de las Noches en San Benito.


¿Cree que con este ‘Mariposas’ dejará ya de recibir peticiones de La Cabra Mecánica en sus conciertos?
–Bueno, no lo sé. Lo cierto es que continúo tocando temas de La Cabra pero, claro, son las canciones que más tienen que ver con lo que hago ahora. En cualquier caso, este disco es el paso lógico y la continuación de lo que ya marqué en ‘Modo Avión’. Y es un disco tan ecléctico como aquél, en el que hay rock quizás más anglosajón y en el que me he llevado más a mi terreno el rock latinoamericano. Evidentemente, creo que este disco es la confirmación de una brecha en el camino.

Destaca en este disco la variedad de matices y arreglos. ¿Tenía claro mostrarse así de ecléctico a lo largo de estos cinco nuevos temas?
–Las ideas las tenía muy claras, la verdad. Y la presencia de Alex Olmedo como arreglista y productor me ha dado bastante aire porque es alguien que conoce bastante bien el espectro del rock británico. Tenía claro, por ejemplo, meter esas cuerdas en ‘Febrero’ o incorporar guitarras de doce cuerdas. Resulta que me compré ese tipo de guitarra hace poco y llevo tiempo practicando con ella. En fín, son timbres que han estado en nuestra práctica diaria. Digamos que eso nos ha permitido viajar de los Beatles a Lou Reed con cierta facilidad.

¿Ha tenido que pasar por momentos difíciles, al menos delicados, a la hora de componer temas como ‘No soy París’, por ejemplo?
–Bueno, en realidad ‘Modo avión’ es un disco más autobiográfico que éste. En éste he metido letras que había autocensurado un tanto en aquel disco. Y luego también he querido para este trabajo que las letras sean simplemente una parte de la canción y no solamente el gancho o el fin en sí mismo del tema. Por otra parte, estoy recuperando un poco esa aguja que sí tenía en mis letras de otras etapas mías bastante más anteriores.

¿Hubo algún motivo para que contuviera aquel aguijón lírico que tenía en La Cabra?
–Quizás con los años me he hecho un hombre ya metido de pleno en una mediana edad, y esos otros compromisos que adquieres en tu vida hace que te condicionen otros problemas. A mí me condiciona el ser un padre separado o el vivir el momento político que atravesamos ahora mismo.

Por cierto, ya que toca ese tema. En las redes sociales se le ve especialmente preocupado por las cuestiones relacionadas con la custodia compartida.
–Sí. Este es un tema que se ha convertido en interés político y no social. Debería abandonarse, por tanto, ese ámbito político y afectar más al lado humano. Lamentablemente, en los partidos de izquierdas ha habido un cambio muy claro. En 2008 se presentaron programas a favor de la custodia compartida, y sin embargo ahora eso ya no es así. Vivimos en un pensamiento polarizado que crea buenos y malos, pero que no soluciona objetivamente. Creo que la capacidad o incapacidad para la paternidad afecta a todos los hombres y mujeres de la misma manera. Pero hay mucha luz y oscuridad en todo esto. Estamos más cerca de la Guerra de las Galaxias que de la realidad. Y de toda esta polaridad hay, claramente, un beneficio. 


http://www.elnortedecastilla.es/culturas/musica/custodia-compartida-olvidado-20170628195344-nt.html

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