El infierno de los hombres 'mal divorciados': ruina, chantaje e indefensión
"Lo siento, tu cliente debe negociar lo que pide su
exmujer porque sabes que, de lo contrario,el juicio lo tenemos ganado".Así
explica Yobana Carril, de Celtius Abogados, lo que le sucede en los juzgados
día tras día. Experta en materia de divorcios, define su bufete como un
despacho especializado en hombres maltratados por la ley. Lleva más de 20 años
defendiendo casos de divorciados que ponen los pelos de punta.
Carril asegura que "se está haciendo una
instrumentalización de la ley de violencia de género para obtener beneficios
económicos o bien la custodia total del hijo por parte de la mujer". La
abogada relata sin pelos en la lengua cómo recibe emails y amenazas diarias de
sus compañeros letrados. "Me dicen que no debo preocuparme por mi cliente
mientras esté dispuesto a abrir la cartera". Pero, ¿qué ocurre si el
hombre considera que esto no es justo y se niega a negociar lo que piden? La
letrada asegura que es ahí donde puede comenzar la pesadilla...
Las graves consecuencias de "no ceder"
"Tengo casos estremecedores. Hombres que tienen que
dormir en el coche porque no les queda nada". Carril pone de manifiesto la
desigualdad jurídica y los privilegios de la mujer en el divorcio sólo por el
mero hecho de ser mujer.
"Un chico tenía que pagar a su expareja 1.500 euros
mensuales entre manutención y pensión alimenticia. Se quedó en el paro cobrando
800 euros, fue a modificar su situación económica al juzgado, pero debido a la
lentitud de la justicia lo perdió todo. Tuvo que esperar un año y medio a que
cambiara la retribución que debía darle a su exesposa". Esto sucede porque
no existe carácter retroactivo. "Aunque se reclame que está en situación
de desempleo, el hombre afectado debe seguir pagando y con recargo de un 30% si
se retrasa o no puede abonar la cuantía. Después, cuando logra conseguir que el
juzgado reconozca su nueva situación económica, no se le devuelve nada a mi
cliente. Es una absoluta injusticia".
Pero la tragedia y el infierno por el que pasan los hombres
tras un mal divorcio puede ir a mayores. "Lo peor llega cuando hay
rencillas emocionales, la expareja denuncia abusos sexuales, violación o, en el
mejor de los casos, maltrato psicológico". Es entonces cuando el divorcio
pasa del juzgado de lo civil al de violencia de género. "Ahí el hombre ya
está perdido. Hasta que salga el juicio pueden pasar tres años. Esto se da más
cuando la madre quiere la custodia total de los hijos. Hasta que haya una
sentencia firme, el hombre no podría ver a sus hijos y otros van directos a
prisión provisional", afirma contundente esta abogada.
Vidas destrozadas y miedo a casarse.
"Tengo un caso reciente de un chico absuelto de una
violación. Su novia lo denunció justo después de dejarla él. Por despecho dijo
que la había violado. Él fue a prisión ocho meses y después ella reconoció que
era mentira". Tampoco encontraron pruebas, pero "casi nunca
investigan", critica Carril. "La reputación de mis clientes, aunque
sean inocentes, está en entredicho, sus vidas quedan rotas". La letrada
añade que "hace poco un padre se suicidó porque no pudo soportar que su
exmujer no le dejara ver a sus hijos. No pudo cumplir con los requisitos
económicos que le exigía la parte demandante", añade.
El hombre lo tiene muy negro como se enamore de la chica
que no debe.
Estas historias apenas son recogidas en los medios de
comunicación, pero el ciudadano de a pie conoce de primera mano la realidad.
"Los chicos jóvenes vienen a mi despacho pidiendo asesoramiento antes de
casarse, pero no por la separación de bienes, sino por el tema de la custodia
compartida o lo que les puede pasar si su pareja se enfada un día y los acusa
de algo que no han hecho". Carril nos comenta que "los hombres tienen
miedo".
Aunque la prensa no lo cuente, ellos están viendo lo que
les sucede a un hermano, un primo, un amigo o a un compañero de trabajo".
Le preguntamos a la abogada si tiene hijos. "Sí, uno de 21 años y estoy
asustada por él, lo tiene muy negro como se enamore de la chica que no
debe". La experimentada abogada sabe de lo que habla, y lanza un mensaje
rotundo. "España tiene que aprender a divorciarse".
Asociaciones que ayudan a los 'mal divorciados'
No es la única que lucha por estas terribles experiencias
de hombres divorciados. Existen asociaciones de padres divorciados en España
que asesoran jurídica y psicológicamente a los varones que buscan ayuda tras
una ruptura sentimental. Asepadi es una asociación madrileña que trata casos de
padres divorciados.
Vienen a confirmar lo que la abogada describe. "No
sólo tienen que lidiar con la separación de su pareja sentimental, también se
les presenta un cambio económico radical. Deberán hacer frente a las pensiones
alimenticias y a la manutención que dictaminen las sentencias y así llegamos
hasta casos de padres que viven en su coche, no les ha quedado nada".
El objetivo de Asepadi para poner fin al desastre
financiero al que se enfrenta el hombre es muy claro: luchar por la custodia
compartida. Según Diego Rodríguez, el tesorero de la asociación, "el hecho
de que le otorguen la custodia a la madre obliga al padre a abandonar el
domicilio conyugal y a pasar una pensión alimenticia y, en muchos casos, una
ayuda compensatoria para la madre".
Así llegamos hasta la rocambolesca historia de Jorge. Es un
afectado más de las medidas preventivas que se toman hasta que sale el juicio y
se determinan las condiciones del divorcio. Este trabajador madrileño acudió a
Asepadi solicitando ayuda desesperadamente. "Ha conseguido, hasta que
salga el juicio, la custodia compartida de facto. Tiene a su hija de un año y
medio con él la mitad de la semana y aún así tiene que pasar a su exmujer la
pensión alimenticia de la menor, estipulada en 250 euros mensuales".
Aunque aquí no acaba la cosa. Tal y como denuncia Rodríguez, "Jorge cobra
1.250 euros netos al mes y su expareja 2.100 euros. ¿Por qué tiene que estar
pagando esta pensión alimenticia?", pregunta el tesorero de Asepedi.
"La concienciación de que el hijo es de los dos parece estar calando en la
opinión pública, pero aún hay que hacer más", asevera Rodríguez.
Se ha ganado terreno, pero el 72% de las mujeres todavía
logra la custodia los hijos sin esfuerzo ni lucha jurídica.
Según el INE, en 2016 el 28,3% fueron sentencias de
custodia compartida frente al 12,2% del 2012. "Se ha ganado terreno, pero
todavía se le otorga al 72% de las mujeres la custodia los hijos sin esfuerzo
ni lucha jurídica ante sus exmaridos".
Jueces contra la desigualdad de los hombres
Al igual que el despacho de Yobana Carril, el bufete de
Francisco Serrano en Sevilla trabaja para reducir la indefensión a la que son
sometidos sus clientes ante los tribunales. Parece ser que los casos
fraudulentos han aumentado. "Cuando la mujer no consigue la cuantía
económica que exige a su exmarido, los bufetes de abogados recomiendan que lo
denuncie por violencia de género".
El magistrado, que trabaja ahora como abogado, aclara a
Libre Mercadoque "lleva cientos de casos en mi despacho con hombres que
han sido absueltos, inocentes que ya tienen su reputación estigmatizada aunque
se haya demostrado que nunca hicieron nada. Padres en la miseria, sin casa y
sin poder ver a sus hijos". Serrano opina, basándose en su experiencia,
que "no sólo el hombre es el perjudicado, también la exmujer y los hijos.
Afecta a la sociedad en general porque se crea un incentivo perverso, un juego
maléfico que va en contra de las mujeres que realmente son maltratadas".
Al igual que Celtius, el despacho de Serrano ha vivido cómo
algunos de sus clientes han terminado por quitarse la vida. "Sergio, un
estudiante de Granada de 19 años, se suicidó tras la denuncia interpuesta por
su novia, quien decía que la había agredido. La sentencia lo absolvió, pero la
presión social que padeció en la Universidad fue insoportable para el chico,
que sacaba matrícula de honor. Terminó suicidándose en el piso donde estudiaba
su carrera".
"No es el único varón que termina en el
cementerio", confirma Serrano. "Recientemente, llevé otro caso
espeluznante. Tras 20 denuncias a su exmujer, mi cliente decidió quitarse la
vida porque no podía ver a sus hijos. El hombre fue condenado por insultar a su
mujer y pedirle ver a sus hijos por el telefonillo de su antiguo domicilio.
Tenía una crisis nerviosa, pero no hizo nada más. El incumplimiento de las
visitas no es delito penal y muchas madres lo saben", atestigua el juez.
Serrano es contundente con su mensaje. "Hay un
auténtico negocio que se lucra y prospera económicamente con la ley de
violencia de género. Despachos de abogados, asociaciones que se hacen llamar
feministas y organizaciones que saben que cuantas más mujeres tengan en su
haber, más subvenciones perciben". El abogado penalista critica, además,
cómo los políticos están dividiendo a la sociedad, "Están creando una
guerra de sexos absurda e inútil y, encima, con dinero público, con nuestros
impuestos. Es lamentable".
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