La cineasta,escritora, realizadora "LOLO RICO" directora del mítico programa: LA BOLA DE CRISTAL, SE UNIÓ A LA CONCENTRACIÓN DE CIBELES.
Manifiesto de Lolo Rico que leyó el cultural artista Miguel Hernando Lichis, el 4 de ocubre en la concentración de Cibeles en pro de la Custodia Compartida.
Yo, Lolo Rico, mujer y de izquierdas, me uno a ésta concentración. NO A DEFENER LOS DERECHOS DE LOS MAYORES, QUE ESO LO PUEDEN HACER ELLOS. SÍ, EL DERECHO DE LOS MENORES.
Personalmente, en este asunto, como mujer
me siento obligada a “arrimar el ascua a mi sardina”. No obstante, no creo
faltar a la verdad recordando la larga época de mi vida en que tuve y crié
hijos e hijas -tengo siete-. Recuerdo
que entonces era yo quien se ocupaba de ellos, y no mi marido. ¿Por qué vemos
tan noble y natural la custodia compartida en las separaciones y no reparamos
en que también debería ser compartida la custodia durante la unidad de la
pareja? ¿Es razonable que el padre se desentienda del cuidado, la alimentación
y la educación de los hijos? ¿Es justo que recaiga tanto esfuerzo solamente en
la madre? Creo que no.
Por este motivo no me es posible, teniendo presente la
racionalidad de nuestros comportamientos, decidirme a bote pronto en una
cuestión tan complicada. Entendimiento, buena voluntad, generosidad y demás
cualidades de la buena convivencia, sí, siempre sí, juntos o separados. Los
hijos siguen siendo de los dos y juntos o separados nos necesitan. Pienso que
el diálogo y la transigencia, que no debe ser nunca la indiferencia o la
dejadez, deben mandar en los asuntos de acogida, como en cualquier otro. Es
cierto que la pareja ha dejado de quererse y que no quieren saber nada el uno
del otro, pero también lo es que los hijos son una “condena a amar”, es decir,
que suponen la obligación constante y continua durante toda la vida al amor que
sus padres perdieron, pero que ellos hacen de nuevo vigente. También es cierto que
por el hecho de ser madre no hay que obviar al padre de ninguna manera, sino
fomentar la unidad.
Amor, cuanto más mejor, sin mezquindades y sin cálculos
económicos.
Como síntesis yo diría, sin dudarlo, la custodia
compartida siempre, desde que los hijos nacen hasta que se independizan, y
después, ¿cómo dejar el amor en un cajón, si nos condenamos a él, al amor,
cuando tomamos la decisión de ampliar la familia?
El amor de los hijos no puede dejarse en el cajón de la
cómoda, ni el padre guardarlo en el cajón de la comodidad. Y el cajón no debe
cerrarse jamás.
A
No hay comentarios:
Publicar un comentario