La cruzada de ser padre
Nestor Fernandez - Custodia Compartida Segovia
Durante casi un año, de las 720 horas que tiene un mes, he compartido 76 horas
con mis hijas, frente a las 644 que han permanecido junto a su madre, lo que
equivale a apenas un 10% de su tiempo. Me costaba entenderlo, no conseguía
comprender que una decisión judicial determinara mi futuro, mi propia relación
con ella y la vida de mis pequeñas.
Esta realidad no es única, es una realidad
a la que diariamente se enfrentan padres de todo el país y que, en algunas
provincias, como Segovia es realmente alarmante.
El porqué, una decisión
judicial basada en la concesión automática de la custodia a las madres, sin
tener en cuenta la necesidad que un hijo tiene de compartir tiempo con su
padre, de las carencias que conlleva privar de ello a los menores.
La justicia no es justa. Soy consciente de que no es una afirmación
políticamente correcta pero, cuando eres hombre, eres padre y estás separado, o
en proceso de separación, te das cuenta de que es una realidad. Sólo 17 de cada
100 custodias que se otorgan en Segovia, son compartidas, dotando de los mismos
derechos a un padre que a una madre. Quizás,hace años, o décadas tuviera algún
sentido. Entonces, las mujeres no estaban inmersas en el mercado laboral pero
ahora, en una sociedad avanzada, en la que todos demandamos igualdad de
derechos entre mujeres y hombres, resulta sorprendente, paradójico e incluso
insultante que se produzca un desequilibrio tan manifiesto y tan alarmante, por
las consecuencias que en el desarrollo del menor tiene.
No puedo entender que
se hable de igualdad cuando no se permite que un padre dedique tiempo a la
crianza de sus propios hijos, cuando la decisión no es tuya, cuando te imponen
tu forma de vida, la manera de relacionarte con lo más importante que tienes:
tus hijos.
Segovia carece de un juzgado de familia y, por el volumen de separaciones
actuales (uno de cada dos matrimonios acaba en divorcio, según el INE), y las
situaciones que esta realidad genera, sería necesario la existencia de un
juzgado especializado. En este sentido, es completamente imprescindible que se
produzca una uniformidad en los criterios para otorgar las custodias, que deben
estar basados en la objetividad y en el bienestar de los menores, evitando así
juicios con sentencias muy dispares en función del juzgado civil donde desemboque
tu caso.
La sociedad avanza, pero no así la justicia en este campo. La custodia
compartida debería ser una premisa, debería ser 'por ley', debería ser la
primera decisión judicial, salvo que se demostrara la incapacidad de cualquiera
de los cónyuges para hacerse cargo de la correcta educación.
En pleno siglo XXI
los hombres tenemos que demostrar que somos buenos padres, en procesos que se
dilatan en el tiempo durante años; unos años fundamentales para el crecimiento
y el desarrollo de nuestros hijos. Unos años, que entiéndanme, nadie nos
devolverá.
La igualdad está más cerca, pero sólo será una realidad cuando hombres y
mujeres vayamos de la mano, también en esto.
La custodia compartida es de justicia.